Los 4 enemigos
1. La duda
La duda hace que todas las cosas tarden mucho más de lo que deberían.
La duda es la termita que roe los cimientos de la casa de madera que es tu vida. Se come los minutos, las horas y los días. Y cuando quieres darte cuenta, sigues en el mismo punto de partida.
La duda no tiene por qué ser siempre hija de la indecisión. Su padre puede ser el exceso de opciones.
Lección: El antídoto contra la duda es la acción. Actúa y luego organízate como mejor te parezca. Haz una cosa cada vez, céntrate en ella, y luego la siguiente: pasos cortos, visión larga. No lo olvides.
2. Miedo
El miedo es una amante cruel, que se apodera de ti, prometiéndote que estarás a salvo si no te mueves, y cuando quieres darte cuenta, te secuestra contra tu voluntad en el sótano de la fobia social.
Tener un poco de miedo es saludable. Pero tener demasiado miedo contamina tu alma y cambia tu personalidad.
Tener miedo te roba poder y carácter. Tener miedo te convierte en una marioneta al servicio de cualquiera que te prometa algo de estabilidad.
Lección: Si tienes miedo, tu vida no dará fruto. Y tu semilla permanecerá estéril. Has venido a este mundo para realizarte y florecer. Y sólo lo conseguirás siendo valiente y esforzándote.
3. Negatividad
La negatividad es despreciar las soluciones que incluso otros de buena fe te dan para resolver tus problemas en lugar de dar las gracias.
La negatividad es utilizar el perfeccionismo como excusa.
La negatividad es sinónimo de autosabotaje. Es el miedo al fracaso disfrazado de cordura.
La negatividad es negarse a intentar algo por si no funciona y, por tanto, alejar la posibilidad de que funcione.
Lección: Las aguas del mar se abrirán cuando des tu primer paso de fe. Y para ello, tienes que confiar en que algo bueno sucederá.
4. Ofensas
La ofensa mata las relaciones con tus seres queridos. Te quita la alegría y el amor por tu familia y amigos. Hace que todo te moleste. Y, por tanto, te aísla.
La ofensa es veneno.
Cómo reaccionamos ante las pequeñas ofensas diarias determina la calidad de nuestro día. Vuelve a leerlo.
La ofensa bloquea tus canales espirituales de manifestación porque bloquea el flujo de energía con tu entorno.
La ofensa te hace quejarte, y quejarte te incita a criticar a los demás, haciéndote vibrar bajo y atrayendo escasez a tu vida.
Sin embargo, controlar tus emociones y tu reactividad aumentará tu evolución espiritual como nunca imaginaste.
Lección: evita las relaciones tensas; habla y aclara las cosas. Evita ser negativo y ver problemas y enemigos donde no los hay. Evita cotillear y criticar a los demás.
¡Enhorabuena! Has terminado de leer el artículo de hoy, si te quedaste con ganas de más, hazte PREMIUM por menos de lo que te cuesta un libro al mes, y disfruta de la experiencia completa.
Un abrazo virtual (que tengas un día genial)
—Malafama1981