La primera vez, al menos que recuerde, que fui embaucado por la publicidad fue a los siete años. Un anuncio apareció de improviso en medio de una tarde de televisión lineal. El maletín de FEBER. En la carta a los Reyes listé otros deseos, pero eran solo relleno. Lo único que me interesaba aturadamente era aquel maletín sin fin con taladrador, cajón y cinturón.
Gracias Víctor por alegrarme la mañana del sábado. 😂 Un abrazo!