El miedo al rechazo es el precio que pagas por ser auténtico. No puedes agradarle a todos, y eso está bien. Ser fiel a ti mismo significa aceptar que algunos se irán.
Pero también atraerás a quienes resuenan con tu verdad. ¿No es mejor conectar genuinamente con unos pocos que encajar superficialmente con muchos?
El rechazo duele, pero la desconexión contigo mismo duele más. No vendas tu autenticidad por la aprobación de otros.
Los 4 enemigos
1. La duda
La duda hace que todas las cosas tarden mucho más de lo que deberían.
La duda es la termita que roe los cimientos de la casa de madera que es tu vida. Se come los minutos, las horas y los días. Y cuando quieres darte cuenta, sigues en el mismo punto de partida.
La duda no tiene por qué ser siempre hija de la indecisión. Su padre puede ser el exceso de opciones.
Lección: El antídoto contra la duda es la acción. Actúa y luego organízate como mejor te parezca. Haz una cosa cad…