The Fartlek #156: Especial World Marathon Majors, NCAA, Itálica, K42 y más
La temporada 2022 del circuito de Majors ya está en los libros. Repasamos algunos de los highlights con un podcast junto a Felipe Delarraechea, de The Last Lap. Además, cross y otras noticias.
¡Buen día! Nada como disfrutar de las pequeñas cosas ordinarias que tiene la vida, como una lectura, un café por la mañana, un podcast. En mi caso, esta reflexión personal de cinco minutos en el newsletter de la ultra atleta Amelia Boone me emocionó y me reflejó, de algún modo, una realidad propia que vengo sintiendo este último tiempo. También lo hablé en terapia y por eso siento que puedo compartirlo. Soy una persona adepta a la estructura que por momentos convierte eso en una adicción: a que todo esté en su lugar, a no salirme ni medio centímetro del plan de entrenamiento, a controlar mi papel en las distintas cosas que tiene la vida (relación, trabajo). Eso se ha convertido en un problema, porque resulta que la mayoría de esas cuestiones son genuinas, espontáneas, y la sana disciplina que puede aportar esa estructura se termina convirtiendo en una barrera que en algunos momentos termina por explotar. En el último tiempo, debido a circunstancias externas (la mayoría de las cosas que nos pasan vienen desde afuera), esa rutina pasó a ser menos estructurada y más flexible, poniendo a prueba, con más o menos éxito, mi capacidad de adaptación. Me falta mucho y los días a veces pueden ser muy duros, pero ahí vamos. Como dice Amelia, a veces tanta estructura nos es funcional para tapar realidades, para no hacernos cargo de ciertas cuestiones, para evitar el miedo a fallar. Y entonces nos aferramos a eso y vivimos cómodamente sobre esas pequeñas estructuras. Estoy en ese proceso de aceptar que la incomodidad no está tan mal (por no decir que la mayoría de los casos, fuera de la zona de confort ocurren las mejores cosas): no hay como salir a correr sin pensar en un plan de carreras, o incluso tomar un descanso del entrenamiento para disfrutar otras cosas igualmente hermosas de la vida. Pienso que por ese motivo este año más que nunca disfruté del maratón y del camino hacia él, sobre todo en Boston, donde algunas cosas trascendentales en mi vida habían quedado lejos de Hopkinton y estaba ahí sólo para hacer el trabajo y disfrutar. Por otro lado, voy cerrando el año no sin cierta carga de estrés que se trasladó al running (lo sentí en el último maratón de Buenos Aires), aunque el domingo pasado, como muestra la foto de presentación de cabecera, pude volver a tener las hermosas sensaciones de competir (mi tiempo de 36:48 estuvo lejos de lo que conseguí este año, pero no me centro en eso) además de disfrutar esa mañana con gente que quiero. Escribir este newsletter también es una forma de navegar en ese juego estructura-flexibilidad (la semana pasada no hubo envío precisamente por lo segundo) y eso incluye adaptarme en uno y otro caso.
Volvimos, y espero que disfruten de esta edición. En este enlace pueden consultar las últimas ediciones del boletín de The Fartlek.
George.
Nueva York, el bronce a una serie de WMM fascinante
Las World Marathon Majors comenzaron en septiembre, con un récord mundial de Eliud Kipchoge y la mejor mejor marca etíope de todos los tiempos a cargo de Tigist Assefa, siguieron con Ruth Chepngtich quedándose a segundos del récord mundial y varias perlas en el medio. Culmina con la demostración de belleza y brutalidad al mismo tiempo que nos suele entregar el maratón de Nueva York, al que le debíamos un repaso.
Resumen de los hombres
El culpable de esa contradicción fue en primer lugar Daniel Do Nascimento, el brasileño del que mostramos la entrevista que los amigos de The Last Lap le hicieron durante la previa de la carrera. Si uno lee bien aquel adelanto, verá que Do Nascimento es un tipo al que no le sobró nada en la vida, y que se la juega a cada momento. Eso es lo que hizo en Nueva York y a pesar del demencial ritmo que marcó (los primeros 10k en 28:42, el medio maratón en 1:01:22), para un corredor que llegaba con una carta reciente bajo el brazo de 2:04:51 no era algo descabellado intentar una carrera rápida, que incluso sostuvo hasta apenas pasados los treinta kilómetros. Sin embargo, al igual que era previsible la muestra de carácter de Nascimento también lo era que Nueva York, y en especial la segunda parte del circuito pasa una factura larga, muy larga. La aventura de Do Nascimento primero comenzó a resquebrajarse en First Ave. cuando paró al baño y luego, menos de dos kilómetros después, cuando definitivamente se tiró al suelo. Sólo para dimensionar, hasta el paso por los 10k Do Nascimento proyectaba un final de 2:01:03 y en el medio maratón la ventaja era de 2:12 por sobre el pelotón y más de dos minutos por debajo del récord de circuito. Salvaje.
A los 24 años, el corredor brasileño, que además ostenta el récord sudamericano que precisamente logró con aquel tercer puesto en Seúl, ya es un serio prospecto al que todavía le falta aplomo para competir, es cierto, pero que tiene condiciones de sobra. En adelante del parate, todo fue del campeón de Boston este año, Evans Chebet, que reguló hasta Central Park no sin llevarse algún susto con el etíope Shura Kitata, que cada vez le recortó más distancia hasta quedar 17 segundos por detrás en el kilómetro 35 y a 12 segundos en el kilómetro 40. A pesar de las condiciones húmedas y templadas, inusuales para la época, Chebet logró apretar para alejarse y cerrar en 2:08:41 una carrera lenta, con el ganador de Londres 2020 (único en vencer a Eliud Kipchoge desde su debut maratoniano) detrás y el holandés Abdi Nageeye, que este año había logrado un bronce mundialista en Oregon, completando el podio. Estadística salvaje: Evans Chebet entró en los libros dorados del maratón como el tercer corredor de la historia en lograr Boston y Nueva York en el mismo año después de Geoffrey Mutai en 2011 (año en que logró el C.R en Nueva York con 2:05:06) y Rodgers Rop (2002).
Resumen de las mujeres
En el campo femenino hubo una battle of the ages. Con la medallista olímpica y debutante en maratón Hellen Obiri desconectada del pelotón principal, la carrera pasó a ser historia entre tres. Gotytom Gebreslase, campeona mundial en Oregon, la israelí Lonah Salpeter, medallista de bronce en aquel maratón mundialista y Sharon Lokedi, una conocida corredora en el ambiente del atletismo universitario pero ignota para la mayor parte del público internacional, quien también debutaba en maratón. Como si se tratara del título NCAA que ganó en 2018 compitiendo por Kansas, Lokedi supo resistir el embate de la etíope para cruzar la meta en 2:23:23, una de las diez mejores marcas del historial en Nueva York.
Series rápidas
El fin de semana en Villa La Angostura se corrió el K42, acaso el maratón de montaña más prestigioso de Sudamérica, que atraviesa el cerro Belvedere y sobre todo el Bayo, un faro para todos los corredores que define la suerte en carrera. Ni eso, ni el jet lag provocado por el viaje desde Tailandia en donde representó a Argentina fueron problemas para Roxana Florez, que capturó por segundo año consecutivo el título (4:34:11). Por el campo masculino, los chilenos coparon el podio con Luis Valle Barrientos y Nicolás Benavides haciendo el 1-2 de la prueba, seguidos por el argentino Ezequiel Pauluzak. Entre las mujeres, Verónica Ramírez y la colombiana Diana Pulido Lugo completaron el podio. En la distancia de 15k, el día previo, el ganador fue Javier Carriqueo, uno de los mejores mediofondistas de la historia argentina que representó al país en dos J.J.O.O., y Fernanda Martínez, que le ganó el duelo a otra olímpica argentina, Rosa Godoy.
También el fin de semana pasado pero en el norte hubo acción durante el Medio Maratón de Boston, en una mañana húmeda y fría por los circuitos de downhill de la ciudad. Los ganadores fueron los keniatas Geoffrey Koech (1:02:02) y Viola Chepngeno (1:10:40), con un partenaire especial para los estadounidenses, el etíope nacionalizado Teshome Mekonen, que corrió su primera carrera para Estados Unidos y terminó cuarto con 1:02:28. También hubo regresos esperados como el de la medallista olímpica Molly Seidel (1:16:23), que volvió a competir después de una fractura por estrés y un tratamiento contra la depresión, y el de una de las mejores fondistas estadounidenses de todos los tiempos, Molly Huddle, que tuvo una buena actuación en 1:13:29 en su primera carrera después de haber sido mamá en abril.
El fin de semana pasado ocurrió en Buenos Aires la ya clásica Milla Urbana, que emula a la Fifth Ave. Mile neoyorquina, y que cada año atrae a más corredores aficionados y por supuesto, de la elite. El título masculino fue para Diego Lacamoire en 4:11 y el femenino quedó por segundo año consecutivo para su coterránea marplatense, la experimentada Mariana Borelli (4:45), que sigue sacando chapa como la mejor mediofondista de Argentina. También el fin de semana pero en Córdoba, Argentina, se corrieron los 10k del Club Belgrano, uno de los más populares del fútbol de esa provincia y del país. Desde el tradicional barrio Alberdi y al borde del estadio miles de corredores aficionados buscaron corrieron en busca de su mejor versión. La elite dijo presente en una mañana cálida y húmeda, y tanto Bernardo Maldonado como Carina Candelero fueron los vencedores de la carrera. Mientras tanto, en Mendoza, el invitado de nuestros Fartlek Talks, Ignacio Erario, se coronó en los 10k nocturnos de esa ciudad del oeste argentino por el lado masculino y Lorena Cuello lo hizo entre las mujeres. Las carreras masivas están volviendo en Argentina luego de la pandemia y eso nos pone contentos, al igual que saber que en mi provincia todavía hay gente que puede organizar estas competencias.
El fin de semana se corrieron los Regionals de la Division I de la NCAA y no hubo lugar para las sorpresas , que sí pueden ocurrir este fin de semana con los Campeonatos Nacionales de Cross en el duro circuito de Stillwater, en Oklahoma. No se me ocurre una mejor previa que esta, del experimentado corredor universitario y de elite devenido en comentarista Kyle Merber. Los focos estarán puestos en el enfrentamiento entre Parker Valby (Florida) y Katelyn Tuohy (NC State), la primera una corredora que viene del futuro y que arrasó durante toda la temporada; la segunda una prodigiosa y experimentada atleta colegial que este año parece tener el título al alcance de la mano. La última vez que se enfrentaron, en los campeonatos de pista de la NCAA del año pasado, el triunfo fue para Tuohy. ¿Habrá lugar para terceras en la discordia? ¿Será la campeona Mercy Chelangat? Por el lado del campo masculino, el duelo central estará entre Nico Young de Northern Arizona y el británico Charlie Hicks de Stanford. En las carreras por equipos, nada hace suponer que el campeonato se les puede escapar tanto a North Carolina State en las mujeres y a Stanford en los hombres, aunque puede haber sorpresas.
+ Predicciones individuales y por equipos, por Kyle Merber en The Lap Count.
+ Previas de la carrera masculina y de la carrera femenina por John Gault en Lets Run.
Los cross del otoño boreal en el hemisferio norte concentran la atención del mundo del atletismo, entre los voraces campeonatos de la NCAA que terminan este fin de semana y la temporada que se abre en Europa. Precisamente, este domingo en España se celebrará el tradicional y arqueológico cross de Itálica (sobre 10.092m), con los flashes puestos en la presencia de uno de los protagonistas inobjetables del running mundial, el ugandés Jacob Kiplimo, que supo dominar la disciplina antes de saltar al estrellato en la pista en donde tiene dos medallas entre J.J.O.O y mundial; y también en el medio maratón, con un récord mundial incluido. Los amantes del cross recordarán su victoria hace tres años en un duelo sensacional frente a su compatriota y también dueño de uno de los presentes más fulgurantes, el dueño de los récords mundiales en 5000 y 10.000m Joshua Cheptegei. No será tarea fácil para Kiplimo en Itálica, que contará con otro especialista como Rodrigue Kwizera y el ganador del cross Atapuerca el fin de semana pasado, Thierry Ndikumwenayo, junto a un cartel de españoles de lujo encabezado por Adel Mechaal, Ignacio Fontes y Fernando Carro. Entre las mujeres el startlist luce igual de sobresaliente, con la medallista de oro en los 3000m con obstáculos de Tokio 2020, la ugandesa Peruth Chemutai, además de las etíopes Messelu Berhe y Likina Amebaw y la campeona de cross y de 10.000m de Europa, la corredora de Turquía Yasmine Can.
Episodio 55 Fartlek Talks: Conversaciones sobre la temporada de maratón 2022
El epílogo de la temporada de grandes maratones de otoño que cerró con Nueva York y culminará con Valencia fue una gran excusa para conversar con mi amigo Felipe Delarraechea, director de la revista The Last Lap. Además de nuestras percepciones, opiniones personales y algún que otro análisis sobre las distintas actuaciones del calendario de maratón, se colaron otros temas como la influencia de las súper zapatillas, el fabuloso ascenso de las mujeres en el maratón, el manejo de la presión y la mentalidad de Eliud Kipchoge.
Vuelta a la calma
Quienes siguen este boletín hace mucho saben que soy un fan declarado de Tommy Rivers, el corredor de ultra maratón estadounidense que en plena pandemia corrió su carrera más larga y desafiante contra un raro cáncer de pulmón. Su proceso de supervivencia desafió también a la lógica, y Rivs se convirtió en un ícono de superación personal, gracias a una experiencia que para él fue aterradora y trascendental como ser humano. Hace dos fines de semana volvió a correr el maratón de Nueva York y lo hizo en más de seis horas, en una distancia en la que su mejor marca es de 2:16.Sobre ese día, Tommy compartió su reflexión y sobre su vuelta a la vida, cruda, honesta y maravillosa, este podcast junto a Rich Roll es emocionante de principio a fin.
Gracias por llegar hasta acá y leer el boletín #156 de The Fartlek, en este enlace está el archivo de últimas publicaciones. Si quieres apoyar mi trabajo, puedes donar invitando un cafecito.También puedes seguirme en mis redes sociales (@georgeblanco en Instagram), (@georgeblanco en Twitter).