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Me dirijo a la Comarca del Mimbre, al norte de la provincia de Cuenca. La mañana es limpia y fría, hay niebla en el horizonte, y en la inmensa hondonada formada entre los ríos Escabas y Trabaque, el espectáculo de los campos de mimbre es fascinante. La meseta me recibe como un lienzo encarnado salpicado por miles de varas de mimbre rojizo. La escena, bellísima, me obliga a detener el coche constantemente para contemplar y fotografiar el paisaje. Emocionado, dibujo una sonrisa en mi cara vaticinando una interesante jornada. La Ruta del Mimbre comprende las comarcas de La Alcarria y de la Serranía Alta de Cuenca. Decido comenzar mi aventura en Villaconejos de Trabaque para visitar el taller de Pilar Pérez y José Luis Encijo, el último taller artesano del mimbre en tierras manchegas.

Pilar y su marido José Luis son "Maestros Artesanos", título que otorga la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha a aquellas personas que llevan más de treinta años en la profesión. En ellos se encuentra el testigo de la artesanía en mimbre, que desde la Edad Media ha marcado en gran medida el pulso cultural, social y económico del lugar. "Soy la última que queda, mi marido ya se ha jubilado y conmigo se acaba este oficio", sentencia Pilar, la última mimbrera que resignada me cuenta el pesaroso devenir de un arte ancestral, mientras teje el mimbre con una maestría asombrosa".

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Ramón Vergara/Constanza Crespo
La ruta del mimbre. Tierra de barro y artesanía, en la localidad de Villaconejos de Trabaque, en la alcarria conquense, destaca el taller artesano de mimbre de Pilar Pérez y José Luis Encijo, y, por supuesto, el Museo del Mimbre.
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Es interesante también visitar Priego. Imprescindible la Iglesia de San Nicolás de Bari; la Plaza Mayor con el Palacio de los Condes de Priego; las casas blasonadas...

"El mimbre es una fibra vegetal de la familia de los sauces, se recolecta, se recoge y se pone a secar en montones colocados en posición vertical formando chozos. Al ser tan resistente y flexible, se convierte en un material muy funcional y se usa para elaborar cestos, capazos o muebles", relata Pilar. "Antiguamente había muchos talleres de artesanía en la comarca. Hoy sólo queda éste, los jóvenes se han ido y el pueblo está vacío", me cuenta la artesana con melancolía. Después de visitar el Museo del Mimbre de Villaconejos, me despido de Pilar y pongo rumbo a Priego, un pueblo rodeado por los ríos Trabaque, Guadiela y Escabas. Su posición privilegiada convierten a Priego en capital de la comarca. Después de visitar la Torre de Despeñaperros, último vestigio de la muralla árabe, y la Iglesia de San Nicolás de Bari, de estilo gótico con su torre renacentista, traslado mis pasos hacia la Plaza Mayor de Priego para visitar los talleres de los alfareros Jesús Parra y Joaquín Magán, herederos de importantes sagas de alfareros que por generaciones han dedicado su vida al noble arte que da forma al barro. Vuelvo sobre mis pasos y prosigo mi ruta hacia Valdeolivas para conocer el Pantocrátor del ábside de la Iglesia de la Asunción, considerada la pintura románica más interesante de Castilla-La Mancha. ¡Reanudo la marcha y en mi camino aparecen pequeños pueblos como tesoros escondidos: Cañamares con su mar de mimbre, Cañizares o Fuertescusa, puerta de entrada a la serranía conocida como la Selva Negra conquense, en la que la vegetación rebosante da paso a torrentes y riachuelos donde se dejan ver ciervos y cabras montesas. El día se acaba y llego a casa feliz después de ver tanto esplendor y haber aprendido y compartido momentos con maestros artesanos como Pilar, Joaquín, Jesús o José Luis, pero con cierto amargor al comprobar que oficios tan enjundiosos carecen de sucesores y corren peligro de extinción. La Ruta del Mimbre trasciende más allá de esos mares de fuego bermellón que me dejaron extasiado. La Ruta del Mimbre va de personas apasionadas que respetan y protegen sus raíces, su entorno, su cultura y su identidad por encima de todas las cosas".