Los mejores restaurantes del Duero portugués: un road trip gastronómico

La Nacional 222, la carretera más hermosa de Portugal, ya tiene suficientes (y magníficas) excusas gastronómicas para organizar una escapada a mesa puesta.
Quinta do Ventozelo Portugal
Luis Ferraz

El Valle del Duero es una de las regiones vitivinícolas más importantes de Portugal. Dominada por el extenso río del mismo nombre que serpentea entre las montañas cubiertas por la vid, es uno de los paisajes más bellos de todo el país, clasificado hace dos décadas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

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Pero si allí se producen muchos vinos que han obtenido reconocimiento internacional y ayudado a demostrar al mundo la calidad de la viticultura portuguesa, las mesas no siempre lograban alcanzar el mismo nivel.

Volver al valle del DueroAlamy

Existían pocos restaurantes que valieran la pena hacer el viaje (el Duero está a 120 kilómetros de Oporto y 370 de Lisboa). Y la mayoría de los buenos proyectos estaban casi siempre ubicados en hoteles, otro contratiempo para los que querían hacer el idílico recorrido por los tranquilos caminos junto a las orillas del río o subir a miradores y bodegas por estrechos y sinuosos senderos.

Pero todo esto ha cambiado, con chefs abriendo nuevas opciones en el Valle del Duero y los propios hoteles apostando por más restaurantes gastronómicos que no sean de uso exclusivo de sus huéspedes. Todos con la mirada puesta en un potencial turístico que no para de crecer: en los últimos 5 años, el sector generó 174 millones de euros para la región.

Vasco Coelho Santos, chef de Seixo, Portugal.Undercover

“El Duero ha crecido mucho. Antes, quienes lo visitaban y querían quedarse más días y acceder a diversos espacios gastronómicos no encontraban muchas alternativas. Sin embargo, eso está cambiando, afortunadamente”, dice el chef Vasco Coelho Santos, del Grupo Euskalduna, en Oporto. Él acaba de abrir Seixo, un restaurante de autor que sirve comida tradicional de la región, en alianza con Sogrape, la empresa de vinos más grande del país. “Han surgido nuevos e interesantes proyectos que le están dando otra perspectiva al Duero”, dice.

A continuación, enumeramos las razones para coger el coche, hacerse a la carretera y conocer algunos de ellos, con el premio extra de hacerlo a través de la Nacional 222, considerada la carretera más hermosa de Portugal. Aquí algunos de los mejores restaurantes del Douro.

SEIXO

Después de la expansión de su grupo de restaurantes en Oporto, el chef Vasco Coelho Santos aterriza ahora en el Valle del Duero con Seixo, un restaurante donde la intención es servir comida regional, de puchero, con ingredientes locales y respetando la estacionalidad. A cargo está la chef Teresa Cruz, quien elabora en la cocina recetas como el arroz con pulpo y chorizo moira o el flanco de ternera Mirandesa con papas. Es comida casera e inmemorial, con predominio del fuego. La lista de vinos es extensa: las ventajas de estar en una bodega. La terraza con vistas al valle del Duero es también uno de los regalos de la visita.

Bomfim 1896 with Pedro Lemos, Portugal.Bomfim 1896

BOMFIM 1896 WITH PEDRO LEMOS

También con restaurante en Oporto, el chef Pedro Lemos dirige el nuevo Bomfim 1896, inaugurado en junio en la Quinta do Bomfim. En la misma finca, el chef regentaba el Casa dos Ecos, un restaurante de temporada. Ahora, está aquí para quedarse. La inspiración del menú de Lemos son las comidas de antaño, cuando los lugareños elaboraban recetas hechas en horno de leña, alrededor de las chimeneas de las casas. 

A base de productos locales, sirve platos como la sopa fría de tomate corazón de buey, anguila ahumada con brioche, manzana y rábanos y cordero lechal con bulgur. El restaurante fue construido en el último piso de un antiguo almacén de vino, con magníficas vistas sobre el río Duero. También hay un bar para tomar un aperitivo o una copa de Oporto antes o después de la comida.

Wine Bar en Quinta do Ventozelo, Portugal.Luis Ferraz

CANTINA DE VENTOZELO

Se ha instalado el restaurante Cantina de Ventozelo en el sitio donde antaño se servían las comidas de los trabajadores de las viñas de la Quinta do Ventozelo, una de las más bellas y extensas fincas del Duero. Esta conexión a la historia local se encuentra en los productos, muchos de ellos cultivados en su huerta, y en los platos creados, que pretenden poner en la mesa las tradiciones de los habitantes de la región. 

Con la firma del chef Miguel Castro-Silva, la carta va desde el bacalao asado, el pulpo a la plancha hasta el cabrito al horno con patatas y zanahorias, además de otras recetas de temporada. También hay un wine bar con tablas de quesos y embutidos, bocadillos y ensaladas para admirar el río con una copa en la mano.

Six Senses Douro Valley (Lamego, Portugal).Six Senses Douro Valley

VALE DE ABRAÃO

Uno de los hoteles más lujosos del Duero tiene también uno de los mejores restaurantes de la zona, sobre todo desde que el chef catalán Marc Lorés Panadès se hizo cargo de la cocina. Con un recorrido hecho en restaurantes como El Bulli y Mugaritz, el cocinero llegó a Six Senses Douro Valley procedente de Bali y dejó su huella en la carta, que tiene como uno de los principales signos distintivos la cocina a leña (en horno Josper), y la chimenea en el medio de la sala no deja lugar a dudas. La cocina abierta ofrece platos basados ​​en ingredientes locales (de Huerta, de Mar o de Tierra), como ensalada de tomate y melocotón, steak tartar, arroces (de carabinero o de calamares) y la galette de frutos de la temporada con helado de almendras.

Terraçu's, Quinta Nova de Nossa Senhora do Carmo, Portugal.Francisco Nogueira

TERRAÇU'S

Quinta Nova de Nossa Senhora do Carmo fue la primera finca del Duero en abrir sus puertas al enoturismo. Recientemente, el edificio del siglo XVIII ha sido objeto de una serie de reformas (incluidas sus 11 habitaciones), que le han dado al hotel el renombrado sello Relais & Châteaux. 

De esta renovación nació en 2021 el restaurante Terraçu’s, dirigido por el chef André Carvalho, que en sus recetas rinde homenaje a los productos locales y revisita la cocina tradicional regional introduciendo alguna innovación. Para probar un poco de todo, los visitantes pueden elegir entre el menú degustación de 3 a 5 tiempos —disponible sólo en el almuerzo— o el menú maridado con vinos producidos en Quinta Nova.

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