De ANALISIS DIGITAL

Durante el mes de marzo de este año se realizó un asalto en la estancia El Retiro, propiedad de la familia Tulián, en la localidad de Las Cuevas ubicada en el departamento Diamante. El hecho incluyó un tiroteo y los asaltantes se movilizaron en una camioneta robada en Viale. Por este caso ya habían sido condenados Juan Medina –seis años y ocho meses- y Carlos Correa –siete años- pero restaba la condena al reconocido narcotraficante Daniel Tavi Celis, uno de los coautores del delito y preso desde agosto en la Unidad Penal Nº1.

La carga probatoria contra Celis es significativa e importante, motivo por el cual el narcotraficante se vio empujado a reconocer el hecho y aceptar un juicio abreviado que lo condenará a siete años y medio de prisión por coautor del asalto. La audiencia del juicio se desarrollará por la tarde de este jueves –a partir de las 17,30 horas- en el juzgado de Garantías de Diamante. La condena llegó a través del acuerdo entre la defensa de Celis a cargo de Matías Argüello y la fiscalía representada por Gilberto Robledo.

Celis había sido señalado por una de las víctimas en una rueda de reconocimiento como uno de los autores del hecho. Pero además de esta prueba, existen otras que complicaron la situación del narco paranaense. Por un lado, en el correspondiente allanamiento encontraron documentación falsificada que sirvió para movilizarse en pleno acto delictivo y dicha prueba se comprobó a través de pericias caligráficas que habían sido adulteradas por el propio Celis. Además, a través del entrecruzamiento telefónico se demostró actividad de un celular propiedad de una de las parejas de Celis desde Las Cuevas durante el tiempo que se desarrolló el delito.

De esta manera, la Justicia cerrará 2016 con una condena que dejará en prisión al Tavi Celis por varios años, luego de que haya pergeñado sus crímenes en libertad por un largo tiempo.

La crónica del hecho

A principios de marzo de este año, cuatro sujetos llegaron a la estancia El Retiro, perteneciente a la familia Tulián, en Las Cuevas, en el departamento Diamante, para intentar el robo de una supuesta transacción que se iba a realizar con allegados a la familia Airaldi, también de la zona, con quienes los une una relación de parentesco. Lo hicieron en una camioneta robada en Viale, a la empresa Cartellone, a la que le sacaron la barra antivuelco, el equipo de radio y alcanzaron a polarizarlo para el atraco.

Ingresaron raudamente a la vivienda, munidos de armas largas y a cara descubierta. Los ataron con alambre de fardo a los familiares de Tulián, al igual que a peones de confianza y reclamaron de modo insistente el dinero que entendían estaba en la estancia. “Sabemos que hay dinero en dólares y que es mucha plata por la compra del campo”, dijo uno de ellos a los gritos y le costó entender que lo que respondían los Tulián era verdad. La operación no se había concretado.

El accionar delictivo se interrumpió cuando llegó uno de los hijos de Tulián, que justo estaba en la Comisaría cuando la mujer de uno de los peones le avisó por teléfono. Al parecer, los maleantes nunca se enteraron que uno de los hacendados de la familia es presidente de la comisión de ayuda a la Policía. El joven llegó a los minutos a la estancia, con personal policial y dos de ellos se dieron a la fuga. Después se supo que tales individuos eran Leonardo Garcilazo y Daniel Tavi Celis. A este último lo terminó de reconocer hace un par de semanas, uno de los testigos, al verlo en la tapa de la revista ANALISIS, donde se denunció el Poder narco y las relaciones con la gestión de Sergio Varisco de uno de los máximos jefes del negocio de la marihuana en la capital entrerriana. Los otros dos fueron detenidos: uno de apellido Correa; el restante, Molina. Ambos con antecedentes policiales. A Correa, uno de los uniformados le arrancó media mano de un escopetazo y tuvo que ser atendido de urgencia en el hospital diamantino.

Cuando los investigadores se pusieron a atar cabos, encontraron algunas particularidades que les llamaron la atención. No entendían cómo dos tipos avezados en el hampa, como Garcilazo y Celis, habían llegado “tan jugados” a concretar un atraco de tales características. Al parecer, uno de los detenidos habría indicado, informalmente, que tenían el dato desde “adentro” y que lo consideraron “una buena oportunidad”, en especial por el dinero fácil que se podía lograr, lo que le iba a determinar a Celis poder cubrir deudas millonarias que tiene con el narcotráfico, en función de varios cargamentos de marihuana interceptados en el último año y medio.

La madre de Leonardo Airaldi, otro hacendado de la zona y de cierta amistad con Tavi Celis, tenía intenciones de vender en 20 millones de pesos un campo familiar. Los Tulián -que tienen una relación de parentesco con los Airaldi- fueron los primeros interesados y respondieron que tenían el dinero en efectivo para la transacción, que nunca se concretó. En agosto del año pasado se encontraron 1.300 kilos de marihuana en un lugar ubicado en proximidades de la planta de asfalto municipal de esta capital, a no más de mil metros del espacio donde se desarrollaría días después la fiesta de disfraces. La marihuana estaba en bolsas negras perfectamente acomodadas dentro de una casilla de chapa y había sido llevada en un tráiler, que quedó en la zona. Cuando se pidieron datos de la patente que tenía, se encontraron que pertenecía a Leonardo Airaldi, cuyos movimientos vienen siendo monitoreados por una fuerza nacional de seguridad, por su supuesta vinculación con el negocio del narcotráfico. Sucede que la zona isleña de Diamante es, junto con La Paz, la que más creció en el traslado de marihuana de parte de popes del narcotráfico, varios de los cuales compraron incluso barcazas para ello. “La droga llega en barcos hasta las islas de Diamante y desde allí va en barcazas hasta la zona costera de la ciudad y luego el cargamento es distribuido, en especial a Paraná y Santa Fe”, recordó un avezado investigador.

Personal policial, tras el intento de atraco a los Tulián, allanó la vivienda de Tavi Celis en Paraná, pero no encontraron elementos que lo pudieran relacionar con el hecho. No obstante, por esas casualidades de la vida, la barra antivuelco sustraída a la camioneta robada en Viale, fue hallada en la casa vecina de Celis. Es sabido que el jefe narco tiene como modalidad alquilar varias propiedades de la zona de San Agustín donde reside, para ocultar cargamentos de droga o armamento.

La investigación siguió su curso y los testigos del hecho corroboraron lo denunciado por ANALISIS hace ya algunos meses: que en el intento de atraco había participado Celis, como así también Garcilazo, empleado municipal en la Secretaría de Medio Ambiente de la comuna. La justicia diamantina dispuso la orden de detención y ambos personajes fueron capturados en sus respectivos domicilios. Personal de Robos y Hurtos de la Policía de Entre Ríos detuvo a Celis en la casa de Siria y Galán; a Garcilazo, en su domicilio de Arroyo Grande 1028. Ambos, fueron derivados a la Alcaidía de Tribunales y seguramente el lunes serán enviados a Diamante. La detención fue ordenada por el fiscal diamantino Gilberto Robledo.

Garcilazo también aparecía imputado al robo de la Escribanía de Maximiliano Canga, en Crespo, sucedida en los primeros minutos del 2 de septiembre del año pasado. Los movimientos de Garcilazo quedaron registrados en el sistema de video de la estación de servicios Petrobras, ubicada sobre la ruta nacional 12. El mencionado individuo, junto a otro joven -Juan Pablo Belloni, de Paraná, empleado de una casa de motos- llegaron en un auto Chery Tiggo y en un Audi A4, color negro. El joven tenía una relación sentimental con una empleada de la Escribanía y ello fue determinante para la decisión del atraco. El primero de los vehículos pertenecía a Enrique Alberto Osuna y el Audi estaba registrado a nombre de Leonardo Garcilazo. Osuna también es de Paraná y tiene antecedentes. Hace un tiempo zafó de ser condenado por el homicidio de su pareja, quien apareció muerta de un balazo en la cabeza. Osuna dijo que la joven jugaba con una pistola y en un momento accionó el arma y se disparó en el cráneo. Las pruebas de parafina comprometieron a Osuna, pero las dudas del hecho lo ayudaron a quedar en libertad.

El sistema de seguridad de cámaras -esta vez del Banco Macro de Crespo, en la acera opuesta a la Escribanía- los volvió a traicionar a los mencionados. Quedaron escrachados a las 00.12 cuando pasaron por el lugar, pero también a la 1.35, aunque esta vez por los videos de una casa de computación, pegado a las oficinas notariales. En estas últimas imágenes se pudo observar a Garcilazo y Belloni, retirando cajas supuestamente con dinero, de la Escribanía. Tanto Garcilazo como Osuna venían siendo investigados por esos días de septiembre, como personajes clave en la logística para el asalto agravado cometido a María Ana Quiroga, en la casa del empresario paranaense Alcides Bourdín, responsable de la firma Petropack de la capital entrerriana, en agosto de 2015. El golpe lo dio la denominada banda de los neuquinos -que tras los atracos licuaban lo robado en la provincia de Buenos Aires- y el nombre del apoyo local surgió en las escuchas telefónicas que se les estaba haciendo a los malhechores del sur del país, por parte de personal policial de Neuquén.

Celis siempre fue hábil para no caer detenido por la justicia, pero tiene antecedentes por condenas vinculadas al narcotráfico, tanto en Paraná como en Posadas. En los últimos tiempos logró una fuerte inserción en ámbitos municipales de Paraná, tras apoyar la candidatura de Sergio Varisco. Logró poder en la Unidad Municipal número 2 Oeste, que está en calle Pronunciamiento 624, en San Agustín, como así también en otras dependencias (Defensa Civil o Medio Ambiente) y en el propio Concejo Deliberante. En la Unidad II son cerca de 400 los empleados municipales y alrededor de 100 aparecen ligados a Celis. O sea, una porción de poder importante, con apoyatura logística como para instrumentar la operatoria que se les ocurra, tal como el paro de actividades que buscó generar en la Unidad Municipal 3, después de una conflictiva situación que hubo en Obras Sanitarias, donde llegaron a boicotear los caños subterráneos.

Foto: Neo Net Music.