Indignación en Italia: la Justicia dictaminó que manosear a alguien por menos de diez segundos no es delito

ROMA.- Un grupo de alumnos de un secundario de esta capital subía un día las escaleras para ir a clase cuando Antonio Avola, el portero del instituto, le tocó los glúteos a una chica de 17 años. El manoseo ocurrió el 12 de abril del año pasado. Pero recién hace unos días, en una sentencia que causó gran indignación y dejó a todo el mundo boquiabierto, Avola, de 66 años, fue absuelto por un tribunal de la acusación de violencia sexual.

¿Por qué? Porque el manoseo para los jueces no fue lo suficientemente largo, sino que duró “solo” entre 5 y 10 segundos: fue, en italiano, una “palpata breve”, un manoseo o toqueteo breve. “La repentinidad de la acción, sin ninguna insistencia en el manoseo”, que debe considerarse “casi un roce”, no permite “configurar el intento libidinoso de concupiscencia por lo general requerido por la norma penal”, resolvieron los magistrados.

Los jueces rechazaron, así, la tesis de la fiscalía que había solicitado para el imputado una condena de 3 años y medio de reclusión. Durante el proceso, el portero admitió haber manoseado a la chica, pero “en broma”; y la víctima confirmó el acoso.

La joven contó que mientras estaba subiendo la escalera para ir a clase junto a una amiga, desde atrás, sintió que alguien le metía las manos en sus pantalones, debajo de su prenda íntima. Esas manos primero le tocaron los glúteos, después le aferraron la bombacha y, finalmente, sintió cómo la levantaban unos dos centímetros, según informó el Corriere della Sera. Entonces la chica se dio vuelta, vio al portero y se alejó, muda.

Avola entonces la siguió y le dijo: “Amor, sabés que estaba bromeando”, relató la víctima.

Más allá de que en el juicio también escucharon a la amiga, que fue testigo del manoseo, el tribunal dictaminó que la acción del portero, quien negó haber metido la mano debajo de los pantalones de la estudiante, “duró un puñado de segundos” y fue una “maniobra torpe, pero sin concupiscencia”, que no podía ser considerada un delito.

Protesta

El veredicto enseguida provocó una protesta de la red de estudiantes de la región Lazio. “Estamos indignados por la motivación de la sentencia. Nuevamente un acoso no es reconocido como tal por una motivación absurda, esta vez, en virtud de su duración”, comentó Tullia Nargiso. “Queremos sentirnos seguras en cualquier parte y especialmente en la escuela, que debería enseñar a reconocer y a derrotar las violencias de género y las discriminaciones, pero, una vez más, esto no ocurre y, es más, los edificios escolares se vuelven teatros de acosos ni siquiera reconocidos y castigados”, añadió, incrédula.

La indignación por la sentencia de la “palpata breve”, que determinó que si es manoseo dura menos de 10 segundos no es ningún delito, fue in crescendo. Y, es más, se volvió a viral cuando, desde su perfil de Instagram, el actor Paolo Camilli posteó un video en el cual, junto a un cronómetro, se muestra tocándose en forma circular uno de sus pechos. “Pasaron menos de diez segundos, ¿no les parece acoso esto? Pero, sobre todo, ¿quién los cuenta? ¿Está Dobby el elfo con el cronómetro cada vez?”, pregunta.

El video de Camilli tuvo muchísimo eco en las redes sociales y dio vida a la tendencia “¿Pero ustedes saben cuántos son diez segundos?”. Así, famosos y no famosos también pasaron a filmarse de la misma forma, junto a un cronómetro, manoseándose, para demostrar que diez segundos pueden también ser un tiempo muy largo cuando se trata de acciones a la que uno es sometido en contra de su propia voluntad.

Entre quienes se sumaron a la rebelión de los #10secondi estuvieron la famosa influencer Chiara Ferragni y varios usuarios de Tik tok y Twitter.

“No somos un país para mujeres, lo dicen los números: un femicidio cada tres días, sueldos más bajos con respecto a los de los hombres. Sentencias que las hacen víctimas dos veces. Manosear a una mujer por #10segundos no es delito. La violencia ahora se mide en segundos”, comentó Saverio Giangregorio, activista de Amnistía Internacional, en Twitter, junto al video de una chica manoseándose un pecho y contabilizando con los dedos de la mano los segundos que van pasando.

Le hizo eco otro usuario llamado Lamu, que resumió el sentir general: “Italia, república de las bananas. Todo el mundo conoce nuestra (in) justicia hacia las mujeres, que, en lugar de ser protegidas, son abandonadas por los jueces, que justifican una violencia sexual de #10segundos. Una verguenza inaudita”.

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