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La Comisión Europea retira la ley para reducir los pesticidas en plena revuelta agraria

El presidente del Consejo de la UE, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, en una imagen de archivo. EFE/EPA/OLIVIER MATTHYS

Irene Castro

Corresponsal en Bruselas —

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En plena revuelta agraria y a las puertas de las elecciones europeas en las que se teme que la extrema derecha avance sustancialmente, la Comisión Europea da marcha atrás en una de sus medidas estrella del Pacto Verde Europeo. Ursula von der Leyen ha anunciado la retirada de la ley con la que la UE pretendía reducir a la mitad el uso de pesticidas químicos, que fue rechazada en el Parlamento Europeo y que está bloqueada a nivel de los gobiernos en el Consejo.

“La Comisión propuso la regulación para el uso sostenible de los pesticidas (SUR), con el digno objetivo de reducir los riesgos de los productos fitosanitarios químicos fitosanitarios. Pero la propuesta SUR se ha convertido en un símbolo de polarización”, ha expresado la presidenta del gobierno comunitario en un debate en la Eurocámara: “Por ello propondré al Colegio de Comisarios retirar esta propuesta”.

Lo que ha asegurado Von der Leyen es que el asunto seguirá vivo, aunque no en un plazo inmediato dado que quedará en manos del diálogo estratégico que la UE ha iniciado con el sector y corresponderá al próximo gobierno comunitario retomarlo. Es decir, como pronto habrá una nueva propuesta para la reducción de los pesticidas para 2030 el próximo otoño.

“Para avanzar, se necesita más diálogo y un enfoque diferente. Y sobre esta base, la Comisión podría hacer una nueva propuesta mucho más madurada con la participación de las partes interesadas”, ha puntualizado Von der Leyen.

La retirada de esa propuesta es el gran gesto que hasta ahora hace Bruselas a los agricultores, que llevaron sus protestas la semana pasada a las puertas de las instituciones europeas durante la cumbre de los líderes de la UE. Tras esa cita, Von der Leyen y el primer ministro belga, Alexander de Croo, se reunieron con sus representantes y les prometieron eliminar trabas administrativas. El ejecutivo comunitario había aprobado la víspera algunas medidas para flexibilizar las políticas agrícolas, además de poner en marcha un diálogo estretégico con el sector que, para algunos, entre ellos el Gobierno español, llega tarde.

Von der Leyen ha admitido que los problemas de los agricultores han aumentado en los últimos años por varias causas, entre ellas la guerra en Ucrania o la inflación, y ha reconocido que entre el 60 y el 70% del suelo europeo está en mal estado. Por ello ha defendido que el sector primario necesita incentivos, aunque no ha precisado de dónde prevé sacarlos. “Los agricultores necesitan un argumento comercial que merezca la pena para adoptar medidas de protección de la naturaleza (...). Hace falta un incentivo real que vaya más allá de la mera pérdida de rendimiento. Las subvenciones públicas pueden proporcionar esos incentivos”, ha explicado.  

La agenda verde se ha convertido en gran caballo de batalla de cara a las elecciones europeas en plena pugna por el voto rural, donde el PPE teme que la extrema derecha se imponga. De hecho, el partido que dirige Manfred Weber ha ido marcando distancias con las políticas de la Comisión Europea que preside Von der Leyen, de su propia familia política, y ha llegado a pedir una moratoria de dos años en la aplicación de las medidas relativas al pacto verde.

“Vamos a continuar defendiéndoles de cara al futuro”, ha dicho Weber en la Eurocámara, donde ha celebrado la retirada de la ley para reducir el uso de pesticidas que, ha dicho, habría supuesto “recortes”. Así, ha aprovechado para sacar pecho de la labor de su grupo en la rebaja de la ambición de otras iniciativas medioambientales, como la ley de restauración de la naturaleza, que estuvo a punto de descarrilar y que finalmente salió adelante descafeinada.

“Flaco favor le hace al sector agrícola intentando abanderar su defensa. El sector tendrá un futuro si trabajamos juntos. No es aceptable usar de forma partidista y electoral el sufirimiento de un sector”, le ha reprochado la portavoz de los socialdemócratas, Iratxe García. “¿Os es que acaso el PPE votó en contra de la PAC o de todas las políticas que el sector agrícola está criticando?”, se ha preguntado: “Seamos más responsables”. 

También la jefa de los liberales, Valérie Hayer, ha reconocido que los agricultores han enviado un “mensaje”: “Tenemos que permitir que sean libres de vivir de su actividad sin ahogarse en el papeleo”. La portavoz de Renew ha cargado, además, contra los “populistas” por “instrumentaliza a las personas encolerizadas” mientras no apoyaron el aumento de los fondos.

La coportavoz de Los Verdes, Terry Reintke, también ha reclamado que no se intente sacar tajada del malestar y ha asegurado que la PAC “no es sostenible” tal y como está concebida porque beneficia a la gran industria frente a los pequeños agricultores. “No defiende a los agricultores ni el planeta. Miremos cómo podemos solucionar los problemas protegiendo la diversidad y el clima”, ha dicho la alemana. La extrema derecha, por su parte, ha criticado las leyes “ideologizadas”.

“El cambio climático es una realidad que debemos combatir, no negarla. La UE no debe contraponer las necesarias medidas medioambientales con el apoyo al sector primario. Necesitamos combatir la especulación de las grandes cadenas distribuidoras para que los productores cobren precios justos; acabar con los acuerdos de libre comercio que les hacen competir en condiciones desiguales en el ámbito laboral o medioambiental y garantizar que puedan acceder a energía barata y limpia”, lamenta la eurodiputada de Podemos Idoia Villanueva.

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