Sin Cuerpo No Hay Delito: Asi Funciona la Nueva Estrategia del Narco en Mexico
Mientras el gobierno se enorgullece de la reducción en homicidios, el número de desapariciones no deja de subir.
En el pasado informe que dio al pueblo de México en el Zócalo, la presidenta Claudia Sheinbaum anuncio al público con gran júbilo que se habían reducido en un 15% los homicidios dolosos, es decir, aquellos que ocurren con intención de matar a alguien.
Y efectivamente, de acuerdo a cifras publicadas en agosto de 2024 por la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana se registró una reducción en víctimas de homicidios dolosos con respecto a años anteriores.
A pesar de esto, otra alarmante estadística ha empezado a ascender, los desaparecidos.
Según información publicada por TResearch International, en el sexenio del presidente López Obrador ocurrieron 47% de las desapariciones no localizadas en México. Es decir, de las 111 mil desapariciones no localizadas desde 1988 casi la mitad ocurrieron de 2018-2024.
Agregando a este alarmante dato, también se reporta que durante los primeros meses del sexenio de Claudia Sheinbaum se reportaba un promedio de mil desapariciones mensuales.
Esta información, combinada con los reportes que surgen de descubrimientos como el Izaguirre Ranch en Jalisco, nos pintan una imagen tétrica de la situación en México. Los carteles ahora están tomándose el tiempo de esconder o destruir los cuerpos de sus víctimas para así evitar una investigación por el crimen de homicidio.
Esto no es algo nuevo, lamentablemente el medio Vice realizo un reporte al respecto en 2022. Este reporte habla sobre el hallazgo de cuerpos en el municipio de Cajeme, a pesar de la diferencia en tiempos y ubicaciones, las noticias son extremadamente similares.
También se habla de como en Michoacán, tras una masacre en un funeral, los sicarios incluso limpiaron y escondieron los cuerpos en la escena del crimen.
Conforme avanza el ciclo de las noticias y cada vez más cosas se revelan sobre estos predios llenos de restos humanos, se revelan las estrategias de lo que sobrevivientes del cartel de Jalisco llaman “La Escuelita” y el resto de los mexicanos conocen como “El Rancho del Terror”.
Se les atrae con promesas de trabajo en empresas de seguridad, incluso llevando a cabo un proceso de reclutamiento a través de “recursos humanos”. La realidad es que se les secuestra y los llevan a la fuerza a casas donde se les da su “orientación” al cartel, relata Alex “N”, un sobreviviente de este violento proceso de reclutamiento.
Según lo cuenta Alex, una vez en las casas, se les obliga a acatar todas las órdenes que les den los sicarios, de lo contrario reciben castigos físicos, la amenaza de ser asesinado siempre está presente.
Estos testimonios son corroborados con los que dan otros sobrevivientes, los cuales hablan con colectivos de madres buscadoras. “A mi amigo lo mataron enfrente de mí, y me obligaron a enterrarlo… Lo tenía que quemar” relata un sobreviviente anónimo al colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco.
Indira Navarro, líder del colectivo, también confirma lo que ya se sospechaba desde el inicio de esta nota. “Sin cuerpo no hay delito” dice con un tono de tristeza e impotencia.
Y es que ese sentimiento se repite en todo México, en un México donde las desapariciones están a la orden del día, cada día más madres y familias toman la labor de buscar a sus seres queridos desaparecidos sin apoyos del gobierno.
Mientras tanto el gobierno hace un festival para celebrar que se reportan menos homicidios.