Fortalezas:
La experiencia de jugadores como Guillermo “Memo” Ochoa y Andrés Guardado que harán historia al disputar su quinta Copa del Mundo; y Héctor Moreno, que lo hará por cuarta ocasión.
El buen momento que atraviesan varios de sus jugadores, como Hirving “Chucky” Lozano (Napoli), Erick Gutiérrez (PSV Eindhoven) y Edson Álvarez (Ajax).
Aunque el seleccionador Gerardo “Tata” Martino prefiere utilizar el 4-3-3 como sistema básico, México tiene la flexibilidad táctica para pararse también con otros dibujos, como 4-2-3-1 o incluso con cinco defensas.
Debilidades:
El pesimismo que rodea al “Tri” después del mal juego desplegado en buena parte del ciclo de Martino. Las críticas de la prensa y de los aficionados han mermado la confianza antes del comienzo del Mundial.
El complejo por quedarse en los últimos siete Mundiales sin poder alcanzar el anhelado quinto partido. A pesar de que han logrado clasificar a la segunda ronda en cada Mundial desde 1994, solo han podido meterse entre los ocho mejores cuando fueron anfitriones en 1970 y 1986.
Las lesiones de dos jugadores clave: Jesús “Tecatito” Corona, que está prácticamente descartado luego de sufrir una rotura del peroné y del ligamento del tobillo con el Sevilla; y Raúl Jiménez, que aún está en duda por una recurrente dolencia en la ingle, que le ha impedido jugar con el Wolverhampton desde agosto.
El partido con Polonia es fundamental. Si Mexico replica lo que ha venido haciendo en los ultimos mundiales de agrandarse en los partidos importantes de fase de grupos (Francia 2010, Brasil 2014, Alemania 2018) debería salir segundo de grupo sin problemas.
No estoy muy convencido de ello, pero espero que el Tri logre deshacerse de la pesadilla que lo ha acompañado hasta ahora en los octavos de final -doy por descontado que debe llegar allí sin grandes problemas- y al fin alcance el quinto partido.